Oscuridad

Me encamino hacia un camino oscuro.
Oscuridad es lo que siento dentro de mí.
Oscuridad que al principio me asustó.
Oscuridad a la que me acostumbré.
Un rayo de luz quiere iluminarme.
Lo miro con los ojos entrecerrados.
"¿Qué eso?" me pregunto mientras me acerco.
"¡No lo hagas!" me impide una voz.
Dudo. ¿Voy hacia la luz o permanezco aquí?
¿Me atrevo o sigo sintiéndome miedosa?
Doy un paso, temblorosa. Vuelvo la cabeza.
Recuerdos pasan por mi mente en escaso segundos.
Solo veo soledad, tristeza, agonía.
"Merezco ser feliz" grito a la oscuridad.
Le doy la espalda y camino hacia la luz.
Un destello me ciega por segundos.
No había visto tanta brillantez en mi vida.
Por fin desaperece y puedo disfruar de las vistas.
Todo está lleno de color y de alegría.
Todo lo contrario a la oscuridad.
Me sumerjo en el nuevo mundo con ilusión.
"Merezco ser feliz" me repito a mí misma.
Encuentro mucha gente con la que hablar,
pero no sé dirigirme a ella. Falta de costumbre.
Intento vencer mi timidez y conversar con la gente.
¡Lo consigo!
Ahora, dos años más tarde, extraño la oscuridad.
Allí me sentía sola, porque realmente lo estaba.
Aquí me siento sola aun estando rodeada de gente.